It’s Our Choice - World of the Spirit or World of the Flesh | Es nuestra elección: mundo del espíritu o mundo de la carne

May 19

Dear Families and Friends of St. Francis Xavier Parish,

“Live by the Spirit, and you will certainly not gratify the desire of the flesh. For the flesh has desires against the Spirit, and the Spirit against the flesh; these are opposed to each other, so that you may not do what you want.”

When Saint Paul writes about the evil of the “Flesh,” he is not condemning the body as evil. He is referring to the tension between the good that we should desire, vs. the temptations from our fallen nature and fallen world. God created human nature as body and soul, and called it very good. And God Himself came into our humanity, into our flesh, to redeem it, as a way for us to live out the truth of God’s goodness in our human nature that he created as good. And for that, we need our bodies. So bodies are good by design. We are called to honor their dignity, be holy stewards of them, and use them for the glory of God. And in the resurrection, and for eternity, we will be body and soul, as God designed us by nature to be.

However, if our conscience is formed by the truth and goodness of God, we know that there is tension within us. We sense a lower, downward pull, of worldly priorities, pleasures, ambitions, attachments, distractions; in essence, the “world of the flesh.” And, if we pay attention to it, we also sense an upward pull, toward nobility of character, selfless gift, virtue, the transcendental lights of truth, goodness, and beauty. We know we should be obedient to that upward pull, the world of the Spirit, but so often we obey that downward pull (concupiscence), the world of the Flesh. This is the struggle that St. Paul was referring to. 

All through the bible, there are many references to a fundamental choice. Lady Wisdom or Lady Folly; freedom or slavery, life or death, God or idolatry. And it says you will choose one, the world of the Spirit, or the World of the Flesh, by how you live. How you live, and the choices you make, reveal what you really believe (and want). You follow in the ways of the world of the Flesh around you. Or you pursue the discipline of the world of the (Holy) Spirit. They are opposed to each other. How you live will show your choice. 

God bless you and your families,
Fr. Kelley

 

 

Espaniol

 

 

Estimadas familias y amigos de la parroquia St. Francis Xavier,

“Vivan de acuerdo con las exigencias del Espíritu, así no se dejarán arrastrar por el desorden egoísta del hombre. Este desorden está en contra del Espíritu de Dios, y el Espíritu está en contra de ese desorden y esta oposición es tan radical que les impede a ustedes hacer lo que quieran hacer.”

Cuando San Pablo escribe sobre el mal de la “Carne”, no condena el cuerpo como malo. Se refiere a la tensión entre el bien que debemos desear y las tentaciones de nuestra naturaleza caída y nuestro mundo caído. Dios creó la naturaleza humana como cuerpo y alma, y la llamó muy buena. Y Dios mismo vino a nuestra humanidad, a nuestra carne, para redimirla, como una manera de vivir la verdad de la bondad de Dios en nuestra naturaleza humana que él creó como buena. Y para eso necesitamos nuestros cuerpos. Entonces los cuerpos son buenos por diseño. Estamos llamados a honrar su dignidad, ser santos mayordomos de ellos y utilizarlos para la gloria de Dios. Y en la resurrección, y por la eternidad, seremos cuerpo y alma, como Dios diseñó que seamos por naturaleza.

Sin embargo, si nuestra conciencia está formada por la verdad y la bondad de Dios, sabemos que hay tensión dentro de nosotros. Sentimos un tiro hacia abajo, de prioridades, placeres, ambiciones, apegos y distracciones mundanas; en esencia, el “mundo de la carne”. Y, si le prestamos atención, también sentimos una atracción hacia arriba, hacia la nobleza de carácter, el don desinteresado, la virtud, las luces trascendentales de la verdad, la bondad y la belleza. Sabemos que debemos ser obedientes a esa atracción hacia arriba, el mundo del Espíritu, pero muy frecuentemente obedecemos a esa atracción hacia abajo (concupiscencia), el mundo de la Carne. Esta es la lucha a la que se refería San Pablo.

A lo largo de la Biblia hay muchas referencias a una elección fundamental. Señora Sabiduría o Señora Locura; libertad o esclavitud, vida o muerte, Dios o idolatría. Y dice que elegirás uno, el mundo del Espíritu o el Mundo de la Carne, según cómo vivas. La forma en que vives y las decisiones que tomas revelan lo que realmente crees (y deseas). Sigue los caminos del mundo de la Carne que nos rodea. O persigue la disciplina del mundo del Espíritu (Santo). Se oponen entre sí. La forma en que vives mostrará tu elección.

Dios los bendiga a ustedes y a sus familias,

Padre Kelley

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